Visita a la Estancia María Behety en Patagonia

La Estancia María Behety se erige como un ícono en la Patagonia, no solo por su encanto natural, sino también por su rica historia y su imponente galpón de esquila, considerado el más grande del mundo. Con una capacidad para 40 tijeras y más de 7,000 animales, aquí se producen 200,000 kilos de lana Corriedale de calidad excepcional. En sus instalaciones, se llevan a cabo prácticas ganaderas que han pervivido a lo largo del tiempo, destacando la clasificación de cerca de 39,000 animales, que incluye ovejas, carneros japoneses y borregos.

Originalmente, la estancia cubría 180,000 hectáreas, pero con el paso del tiempo y sucesiones, hoy abarca 64,000 hectáreas. Este vasto territorio presenta una belleza natural impresionante y un entorno propicio para conocer más sobre la vida rural de la región.

Al llegar, los visitantes pueden disfrutar del casco principal de la estancia, que consta de un conjunto de casas, talleres y galpones, todos dispuestos alrededor de una plaza central. Este recorrido permite apreciar la infraestructura histórica de la estancia, que ha mantenido sus características originales desde el año 1900. Sin duda, una visita a la Estancia María Behety es una oportunidad única para admirar no solo su arquitectura, sino también la historia que se encuentra entre sus muros.

La estancia está abierta durante todo el año, lo cual la convierte en un destino atractivo para los turistas de distintas partes del mundo. Además, existen opciones de tours de pesca, así como la oportunidad de recorrer el galpón en épocas de esquila, lo que permite a los visitantes entender mejor el proceso de esquila y la cultura ganadera de la región. Aunque el acceso completo al galpón está permitido solo en marzo y durante el verano, ya se puede disfrutar de las vistas y del entorno en cualquier otro momento del año.

El nombre ‘María Behety’ homenajea a la esposa del antiguo propietario, siendo originalmente conocida como Segunda Argentina. Al acercarse, los viajeros se ven atraídos por la majestuosa estructura del galpón, que destaca no solo por su tamaño, sino también por su importancia histórica en la actividad ovina de la zona.

La estancia no solo permite un contacto directo con la historia de la Patagonia, sino que también brinda un sinfín de oportunidades para el ocio y la recreación al aire libre. Desde avistamientos de aves en senderos cercanos hasta diversas actividades relacionadas con la agricultura y la ganadería, cada visitante encontrará una experiencia que enriquezca su conocimiento del lugar.

Desde el monumento a la Aviación Naval, el viaje hacia Ushuaia y Río Grande se comienza a adentrar en el corazón de la Tierra del Fuego. Esta región, famosa por sus estancias que destacan desde 1880, ofrece un acercamiento inolvidable a la vida rural argentina. La ruta hacia Ushuaia presenta numerosos paisajes cautivadores, y detenerse en la Estancia María Behety es un imperdible para quienes buscan conocer a fondo la cultura y el patrimonio de esta región.

A medida que los visitantes continúan su trayecto, la gastronomía típica de la zona no puede dejar de ser mencionada. Espacios como la Posada de los Amigos en Tólhuin ofrecen platillos típicos que hacen de la experiencia un deleite para los sentidos. La carne y las pastas son protagonistas en cada mesa, junto a las tradiciones locales que celebran la herencia cultural de la provincia.

Los viajeros que buscan aventuras pueden explorar el lago Fagnano y el lago Escondido, donde la naturaleza se despliega en todo su esplendor. Las caminatas por los senderos cercanos permiten observar no solo el paisaje, sino también una variada fauna que habita en este increíble entorno.

En conclusión, la Estancia María Behety es un destino que combina historia, cultura y naturaleza en un solo lugar. Un lugar ideal para quienes desean sumergirse en el auténtico espíritu de la Patagonia y llevarse consigo no solo recuerdos visuales, sino también la rica historia de una estancia que ha perdurado en el tiempo. Desde su imponente galpón de esquila hasta las actividades que se pueden realizar en sus alrededores, la Estancia María Behety promete una experiencia enriquecedora, digna de ser apreciada por todos los que deciden visitar este rincón del mundo.