Ruta Escénica desde Neuquén a Bariloche: Un Viaje Inolvidable
La ruta escénica que conecta Neuquén con Bariloche es un trayecto de 438 kilómetros que no solo es un medio para llegar a un destino, sino una experiencia en sí misma que transforma el viaje en un recorrido memorable. Desde los primeros tramos de la ruta, los viajeros son recibidos por un paisaje que presenta una variedad impresionante de formaciones geológicas, vegetación típica de la estepa y el majestuoso Lago Nahuel Huapi.
Al partir de Neuquén, la ruta está convenientemente asfaltada, lo que facilita el traslado. Sin embargo, la sección entre Piedra del Águila y la confluencia, que incluye la conocida bajada de Collón Curá, es notablemente más compleja. Esta área presenta curvas pronunciadas y precipicios que, aunque cuentan con defensas y alertas para la seguridad de los conductores, requieren atención constante, especialmente durante el invierno, cuando las nevadas pueden dificultar las condiciones de manejo.
Uno de los puntos de interés en este recorrido es el sector llamado Corral de Piedra, donde el río Collón Curá desemboca en el río Limay. Aquí, los viajeros pueden disfrutar de la vista panorámica del embalse Alico Curá, y apreciar la belleza natural de los alrededores. El recorrido revela formaciones rocosas singulares que inspiran admiración y reflexión sobre la rica biodiversidad de la región.
Conforme se avanza hacia Bariloche, la vista se transforma con la aparición del Lago Nahuel Huapi, rodeado por un hermoso telón de fondo montañoso. Este lago, que se extiende hasta las vistas de la ciudad de San Carlos de Bariloche, se convierte en el protagonista de la travesía, ofreciendo una explosión de tonos azulados que contrastan con el verdor de las montañas circundantes.
Al llegar a Bariloche, los viajeros se encuentran con el Centro Cívico, que es un símbolo de la ciudad. Diseñado por el arquitecto Ernesto De Estrada, este conjunto de edificios, inaugurado en 1940 y declarado Monumento Histórico Nacional en 1987, es el corazón de Bariloche y ofrece un espacio cultural valioso para los visitantes. Desde aquí, la Avenida Mitre invita a adentrarse en la ciudad, brindando acceso a la variada gastronomía y actividades que la región tiene para ofrecer.
El entorno natural también brinda numerosas oportunidades para el turismo de aventura. Algunos de los paseos más destacados incluyen el Circuito Chico, una caminata que permite disfrutar de lagos, bosques y montañas en un recorrido que abarca aproximadamente 10 kilómetros a través del Parque Nacional Nahuel Huapi. Los visitantes pueden explorar senderos que variarán en dificultad y ser recompensados con vistas impresionantes.
Las actividades no se limitan a caminatas. Bariloche es un destino elitista para el esquí y ofrece el Cerro Catedral, un centro de deportes invernales que cuenta con más de 70 kilómetros de pistas esquiables. Desde junio hasta octubre, los amantes del esquí pueden disfrutar de la nieve y el paisaje invernal en un entorno que es tan hermoso como desafiante.
Los tours organizados o las excursiones en auto permiten a los turistas explorar aún más la belleza de la región, incluyendo la conocida ruta de los 7 lagos, un recorrido de 184 kilómetros que une Bariloche con San Martín de los Andes. Este trayecto destaca por sus impresionantes vistas y oportunidades para acampar en sitios autorizados junto a los lagos.
Finalmente, una experiencia que nadie puede perderse es la navegación por el Lago Nahuel Huapi, que ofrece excursiones hacia la Isla Victoria y el Bosque de Arrayanes. Estas salidas se caracterizan por su prístina belleza y paisajes espectaculares, perfectos para fotografías memorables.
En conclusión, la ruta escénica desde Neuquén a Bariloche no es solo un trayecto, sino un verdadero festival de naturaleza, aventura y cultura que cada visitante debe vivenciar. Ya sea disfrutando de un tranquilo día entre lagos y montañas o desafiándose en las pendientes, Bariloche promete un viaje lleno de recuerdos inolvidables.
La infraestructura turística de Bariloche asegura una experiencia de primera, con hoteles, cabañas y gastronomía de alta calidad que complementan la oferta paisajística, garantizando que cada viajero tenga la oportunidad de descubrir y apreciar la belleza única de esta región patagónica.
